"En el intervalo de una mesa redonda sobre
religión y paz entre los pueblos, en la cual ambos (el Dalai Lama y yo)
participábamos, yo, maliciosamente, mas también con interés teológico, le
pregunte en mi inglés defectuoso:
"Santidad, cuál es la mejor religión?" (Your holiness, what`s the best religion?)
Esperaba que dijera: - "El budismo tibetano"
o las religiones orientales, mucho más antiguas que el cristianismo…"
El Dalai Lama hizo una pequeña pausa, sonrió, me miró
fijamente a los ojos - lo que me desconcertó un poco porque yo sabía la malicia
contenida en la pregunta - y afirmó:
"La mejor religión es la que te aproxima más al
Infinito". Es aquella que te hace mejor."
Para salir de la perplejidad delante de tan sabia
respuesta, pregunté: - "Qué es lo
que me hace mejor?"
El respondió: -
"Aquello que te hace más compasivo, más sensible, más desapegado, más
amoroso, más humanitario, más responsable, más ético ... La religión que
consiga hacer eso de ti es la mejor religión."
Callé, maravillado, y hasta los días de hoy estoy
rumiando su respuesta sabia e irrefutable...
No me interesa amigo tu religión o si tienes o no
tienes religión.
Lo que realmente me importa es tu conducta delante de
tus semejantes, de tu familia, de tu trabajo, de tu comunidad, delante del
mundo...
Recordemos:
"El Universo es el eco de nuestras acciones y
nuestros pensamientos".
La Ley de Acción y Reacción no es exclusiva de la Física;
es también de las relaciones humanas.
Si yo actúo con el bien, recibiré el bien.
Si actúo con el mal, recibiré el mal.
Aquello que nuestros abuelos nos dijeron es la más
pura verdad:
"Tendrás siempre el doble de aquello que deseares
a los otros".
¡Ser feliz no es cuestión de destino, es cuestión de elección!..
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